La concepción de “patrimonio cultural” ha variado en las últimas décadas, a partir de las diversas revisiones planteadas por la UNESCO. Hoy en día, el patrimonio cultural no se limita a edificios, monumentos y objetos, sino que también incluye las tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros ancestros y transmitidas a las nuevas generaciones. Es así como se han realizado grandes esfuerzos por recuperar el patrimonio cultural en ámbitos como la música, la danza, las artesanías, la gastronomía, entre otros.
Además del acceso a soluciones tecnológicos y facilidades en la movilidad, otro de los factores que propicia la entrada en desuso de los saberes culturales es la migración de la población rural a áreas urbanas. Ya desde la década de los 70´s se encuentran investigaciones que estudian los fenómenos de la migración de los jóvenes campesinos a las ciudades, dando cuenta que en 1960 el porcentaje de población rural en Chile era del 32%[1]; según el Censo de 2002 era 13,4%[2] y el Banco Mundial estima que en 2016 paso a ser tan solo el 10% de la población nacional[3]. Otro factor que se intensificó durante la última década es el desplazamiento de la población rural del Maule, específicamente, fueron los aspectos asociados a las catástrofes naturales. El terremoto del 27F en el 2010 destruyó una parte importante de las viviendas rurales de adobe de la región, obligando a muchas familias a desplazarse. Así mismo, los mega incendios de principios del 2017, también afectaron a miles de personas que habitaban en los campos y pequeñas poblaciones maulinas, lo que hasta este momento está desencadenando grandes movimientos migratorios a ciudades como Constitución, Talca y Concepción. Cada vez que los pobladores de los campos migran a los centros urbanos ó acceden a nuevas tecnologías, parte de sus prácticas culturales originarias entran en desuso, pues la memoria cultural de estás queda solo en quienes las vivenciaron. De lo anterior se puede inferir que los saberes locales y prácticas culturales no son conocimientos que perduran per se, sino que se van perdiendo con el desuso y las generaciones que las conocían.
La característica de los saberes locales es que son trasmitidos de una generación a otra a través de la experiencia, así como que “hay un alto grado de dependencia de estas poblaciones sobre dichos conocimientos para la subsistencia[4]” por ende, al no necesitarlos, no se hace relevante trasmitirlos. Lo que conlleva a una pérdida de la práctica cuando fallecen aquellos individuos que la desarrollaban. Volviendo a los campos de mediados del siglo XX, en esa entonces era necesario separar los huevos de las gallinas entre los “empollados” y los que no, pues se requería mantener un equilibrio entre la población de pollos y el consumo familiar de esta proteína. Es así como se hacía una comprobación del “empollado” con una vela, que al trasparentar la cascará dejaba ver la ausencia o existencia del embrión. Con la llegada a los centros urbanos, los huevos se compran en el comercio y la cría de aves de corral disminuye significativamente en las casas, con lo cual sobra el sistema de comprobación. Con el paso de los años, algunos descendientes del campo conocen la técnica, pero para las generaciones más recientes son conocimientos completamente desconocidos.
La elaboración del colchón de lana, el “esponjado” de la lana, la verificación del huevo ”empollado” con vela y otros saberes locales, también conforman la memoria de una comunidad, que a su vez hacen parte de su identidad y con el tiempo se convertirán en su patrimonio cultural. Sin embargo, para que este proceso de patrimonialización sea posible, se requiere crear inventarios sistematizados de dichas prácticas culturales y saberes locales, que recopilen esa información para ser difundida y traspasada a las siguientes generaciones.
De acuerdo a la reflexión anterior, nos propusimos realizar una investigación que permita documentar, describir y difundir una parte de las prácticas culturales y saberes locales asociados a las labores de la vida cotidiana en el campo maulino chileno. Esta investigación fue financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo de las Culturas y las Artes - FONDART Regional en el año 2018 y espera ser la fase inicial de un proyecto macro que busca crear espacios comunicativos/educativos que sirvan para la trasmisión del patrimonio cultural del campo en el Maule, a las actuales y venideras generaciones, pues el recambio generacional es inminente y se necesita de acciones que atesoren los conocimientos de las generaciones que nos anteceden.
La investigación se centró en la Provincia de Cauquenes por ser el lugar con mayor conocimiento de base de dos de los investigadores, dado que son originarios de esta región del país, y porque fue precisamente en estos campos cauqueninos donde aprendieron muchos de estos saberes y prácticas. Sin embargo, esperamos que así como la cultura es un fenómeno vivo, con el tiempo se vayan uniendo experiencias de otras comunas y provincias del Maule.
Objetivo general:
- Documentar las prácticas culturales y saberes locales asociados a las labores cotidianas de los campesinos de la provincia de Cauquenes en la región del Maule.
Objetivos específicos:
- Hacer una revisión de fuentes secundarias (investigaciones, publicaciones, libros, etc.) sobre prácticas culturales y saberes locales campesinos de la provincia de Cauquenes.
- Dar la palabra a las generaciones de pobladores que viven o vivieron el campo cauquenino, para que trasmitan sus vivencias sobre las prácticas propias de su vida cotidiana allí (relevamiento de fuentes primarias).
- Hacer un inventario con prácticas y saberes locales que conformen la memoria cultural de la provincia en el aspecto estudiado.
- Fomentar y aportar a la investigación en torno a los temas rurales de la región del Maule.
- Difundir las prácticas culturales y saberes locales documentados a las generaciones más recientes de la Provincia.
El proceso de investigación estaba enmarcado en una metodología cualitativa, que pusiera el foco en la palabra de aquellos que fueron actores de cada una de las prácticas cuturales estudiadas. Se convocarón a hombres y mujeres que aun viven en el campo ó hubieran vivido en zonas rurales durante su infancia y/o juventud. El objetivo primordial era dar la voz a esas generaciones que aun pueden contar su experiencia para ser recopilada y transmitida a las nuevas generaciones.
ETAPAS:
Consulta Fuentes secundarias: Durante los meses de marzo y abril, incluso parte de mayo, se realizó una búsqueda en bibliotecas, archivos, documentos de internet que nos permitieran ampliar la información sobre las prácticas cotidianas y saberes culturales propios del campo en la provincia de Cauquenes. Se realizaron viajes entre Cauquenes-Santiago-Talca y viceversa para consultar las bibliotecas nacionales, regionales y universitarias.
Elaboración de protocolos: Una vez que tuvimos la información de base, pudimos empezar a realizar una categorización de las prácticas culturales (pre inventario) que íbamos encontrando ó nos eran reportadas. Porque el proyecto genero gran expectativa entre quienes iban teniendo conocimiento del mismo y las personas de las comunidades con las que hacíamos contacto, estos empezaban sus relatos orales desde el momento mismo en que les contábamos el objetivo de la investigación.
A partir de las categorías se elaboraron los protocolos para la toma de información durante los grupos focales y las entrevistas personales. Estos instrumentos permitieron que al momento de los encuentros no se perdiera información, no se dejaran categorías o temáticas al margen y nos permitió organizar la información.
Consulta Fuentes primarias: Para la recolección de información de fuentes primarias, debimos adaptarnos a los tiempos y disponibilidades de los espacios o las comunidades visitadas. se acordaron 2 reuniones para realizar los grupos focales: Una en la Casa de la Cultura de Cauquenes y otra en el Club de adulto mayores de pocillas.
Visitamos Juntas de Vecinos en zonas rurales de la provicia y adicionalmente, realizamos contacto con referentes de la comunidad, como la folklorista e investigadora Lucy Andia Cariqueo, quien, por su experiencia y trabajo de años, conoce a profundidad la cotidianidad de las familias campesinas.
Grabación entrevistas: Las grabaciones son la forma de traspasar los concimientos de las generaciones mayores a un formato más actual, a fin con los gustos y modos de las nuevas generaciones. Permitiendo así, acercar esta información a los hijos, nietos y demás familiares de aquellos que vivieron la experiencia de crecer en el campo maulino. Estas se realizaron con las personas que confirmaron su interés previamente. Se realizarón visitas a sus casas o en salones comunales. Se efectuaron un total de 13 entrevistas con hombres y mujeres en distintos sectores de la Provincia.
Edición de vídeo-entrevistas: Para corregir los segmentos pertinentes que permita la trasmisión adecuada del mensaje.
Elaboración de un inventario: Documento que describa cada una de las prácticas y saberes culturales seleccionados, a partir de los reportados por los participantes en la toma de datos de fuentes primarias.
Difusión: Presentación del proyecto en espacios culturales, establecimientos escolares, emisoras de radio, canales de televisión y publicación de articulos en diarios y revistas.
Hombres y mujeres que vivan o hallan vivido en el campo desde 1900 hasta 1980.
Coordinador de proyecto: Cristian Eduardo Díaz Díaz
Investigadora: María Angela Botero
Asesor Histórico: Alejandro Medel Vega
Asesoría educativa: Alicia Díaz Díaz
Para más detalles sobre la investigación, por favor escribir a vidadecampoenmaulechile@gmail.com
[1] Aliaga R., Spencer C. & Urrutia H. (1974) Los jóvenes del campo chileno: Una identidad fragmentada.
[2] Síntesis de Resultados Censo 2002- INE Chile http://www.ine.cl/docs/default-source/FAQ/s%C3%ADntesis-de-resultados-censo-2002.pdf?sfvrsn=2
[3] Estimaciones del Banco Mundial según reporte http://datos.bancomundial.org/indicador/SP.RUR.TOTL.ZS
[4] Contreras Soto, R. (2008)
Sin embargo, las prácticas y saberes asociados a las labores cotidianas no suelen ser ampliamente estudiadas y sistematizadas en investigaciones o publicaciones. Como consecuencia, se genera la pérdida de una parte de la memoria de los grupos sociales, pues las prácticas originarias son reemplazadas por unas nuevas permeadas por los avances tecnológicos[0] y las condiciones de confort de los tiempos actuales. Un ejemplo de lo descrito anteriormente es la elaboración de colchones rellenos de lana: hasta mediados del siglo XX era común que las familias campesinas chilenas fabricarán sus propios colchones con la lana de sus ovejas. Esta lana debía ser lavada y “esponjada” por lo menos una vez al año, creando así un ritual familiar cotidiano. Hoy en día, las familias del campo y ciudad prefieren comprar colchones a fabricas industrializadas, pues las condiciones económicas y de movilidad permiten acceder a formas más simples de resolver el dormir de la familia.
[0] Definiendo la tecnología como como el conjunto de conocimientos y técnicas que, aplicados de forma lógica y ordenada, permiten al ser humano modificar su entorno material o virtual para satisfacer sus necesidades, esto es, un proceso combinado de pensamiento y acción con la finalidad de crear soluciones útiles. (Definición de Plataforma Estatal de Asociaciones del Profesorado de Tecnología).