Para caminar en el campo se usaba calzado fabricado de cuero de vacuno, llamado comúnmente "chala". Luego este calzado fue remplazado por las "ojotas", que eran hechas con goma de ruedas, en desuso, de camiones o autos. La base del calzado era marcado sobre la goma con el pie de la persona que las usaría, esta se cortaba con cuchillos. Adicionalmente se cortaban otros pedazos que formaban el talón y las correas que la cruzaban, estas sujetaban el pie. Todas las piezas eran unidas con alambres.

Cuidado del hogar

Este es también el caso de Chile y de los hogares maulinos campesinos de antaño, que ante la escases de productos industrializados o la dificultad para acceder a los que estaban en los centros urbanos, debian resolver con los recursos disponibles en su entorno.

 

A continuación hombres y mujeres que vivienciaron el modo de vida del campo, cuentan como se resolvian las situaciones más cotidianas del cuidado del hogar : 

La ropa en el campo se lavaba, por lo general, en bateas o "artesas" de maderas. El agua para el lavado se sacaba de pozos, de vertientes o de riachuelos que estaban cercanos a las viviendas. Este proceso consistía en remojar la ropa con jabones y desmanchadores de la época (jabón "Gringo" y "Perlina"), luego se colocaba sobre una piedra, especialmente usada para este proceso, y se golpeaba con paleta de madera para que soltara la suciedad. Finalmente, se escobillaba y se enjuagaba en las bateas, que eran las lavadoras del campo.

La revolución técnologica de mediados del siglo XX potencio todas las industrias a nivel mundial, logrando modificar el mundo  en 50 o 70 años, más que en los 200 años posteriores a la revolución industrial.

 

Aun así, la llegada de los avances técnologicos a las zonas rurales de los distintos paises siempre ha sido más lenta que a las ciudades, precisamente por las dificultades de comunicación, que recien en las ultimas decadas se han superado.

En las familias campesinas se acostumbraba que la mamá era quien confeccionaba la ropa de uso diario para toda la familia. Para tal fin, se compraban los géneros en las poblaciones o a los comerciantes, que venían a los campos desde otras localidades. La ropa para las fiestas o para las celebraciones se solía mandar a hacer a las modistas, que en algunos casos, era la misma dueña de casa quien cumplía esa función para su familia y para las vecinas.

Debido a que la luz eléctrica no estaba presente en muchos sectores campesinos, se optaba por métodos caseros como la construcción de chonchones, los que se fabricaban con un recipiente que contenía parafina y una mecha que se encendía. También existían lámparas a carburo que producían un olor desagradable y en algunos casos estas podían ser a parafina. Las velas eran otra opción que tenían un costo más elevado (eran compradas). Cuando las velas se terminaban existía la opción de fabricarlas en forma artesanal con los restos de cera que quedaban una vez que se consumían las que habían sido compradas.

Uno de los usos que se le daba a la lana de oveja era la fabricación de colchones, los que eran hechos, en muchos casos, por las dueñas de casa. La forma de hacerlos consistía en lavar, limpiar y escarmenar la lana con varillas para ponerla en forma gradual dentro del colchón que se iba uniendo con cordones internos para permitir una distribución uniforme de ella. Después de algún tiempo de uso la lana era retirada del colchón, para limpiarla y así volver a utilizarla nuevamente en éste.   

Las casas de campo se pintaban con arcilla o cal. En el caso de la arcilla, que era un tipo de tierra parecida a la greda de color blanco, se remojaba y diluía en agua para luego ser aplicada con escoba o brochas caseras en las paredes de las casas. También existían casas que no eran pintadas y solo se cubrían con un estuco de barro.

El proceso de secado de frutas era común en muchas familias campesinas, la que consistía en poner al sol distintas frutas (peras, duraznos, membrillo, ciruelas) muchas de éstas eran cortadas en pedazos o en rodajas para un mejor secado. Una vez que las frutas estaban totalmente secas eran guardadas para el invierno, éstas eran consumidas en distintas preparaciones, como, por ejemplo: en postres y en el caso de las peras, eran cosidas y molidas para ser utilizadas en empanadillas.

La leña era el combustible esencial en el campo tanto para la calefacción, como para cocinar, por lo que su recolección era fundamental. Esta actividad se realizaba saliendo a recolectarla en distintos lugares. Pedazos de madera y árboles secos eran cortados y acarreados en carreta y en forma manual hacia las casas donde se trozaban para ser quemados con mayor facilidad.

Lavar ropa
Hacer ojotas
Hacer la ropa
Iluminar la casa
Hacer colchones
Pintar la casa
Secar Fruta
Recolectar Leña